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-Si deja su nombre, ¿cómo deberé llamarlo de aquí en adelante?

-Pájaro-que-da-cuerda- contesté.

-Señor pájaro-que-da-cuerda -dijo ella. Y permaneció unos instantes contemplando como el nombre flotaba en el espacio-. Es un nombre precioso. ¿Qué tipo de pájaro es ese?

-Es un pájaro de verdad. No sé como es. Jamás lo he visto. Sólo lo he oído. El pájaro-que-da-cuerda se posa en un arbol de por aquí y, poco a poco, va dándole cuerda al mundo. Mientras tanto hace ric-ric. Si él no le diera cuerda, el mundo no funcionaría. Pero eso nadie lo sabe. Todos, absolutamente todos, creen que es un enorme mecanismo, mucho más imponente y complejo, el que mueve el mundo con mano ferrea. Pero no es así. La verda es que el pajaro-que-da-cuerda va de un lugar a otro accionando el resorte que hace funcionar el mundo. Es un mecanismo tan sencillo como el de un juguete de cuerda. Basta con hacer girar una llavecita. Pero esa llavecita sólo la puede ver el pájaro-que-da-cuerda.

-El pájaro-que-da-cuerda -repitió ella de nuevo-. El pájaro que da cuerda al mundo.


Crónica del Pájaro que da cuerda al mundo
Haruki Murakami

6 comentarios:

  1. Caí en este blog de casualidad y justo pones un trocito del libro que me estoy leyendo ahora.¿Volverá Kumiko a casa?

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  2. Desde que se puso de moda, soy incapaz de encontrar nada más de este señor..
    Resien te marchaste sin un shamado ni un adios en el viento messengeril..penca.

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  3. Estoy leyendo ese libro ahora mismo :)

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